Yo también soy una princesa
AVISO: este post es un off-topic total pero lo escribo, primero porque me da la gana (para algo cambié mi dominio de guerrillasocialmediamarketing.es a javiergomez.eu) y segundo porque en estos tiempos oscuros en los que nuestra sociedad y nuestra clase política ha condenado al ostracismo a toda una generación de jóvenes, debemos hacer todo lo posible para que la siguiente no se pierda.
Esta mañana mientras mi crío se desayunaba con los Little Einsteins he visto en en Disney Channel este spot que me ha llamado la atención (lo suficiente para escribir este post).
Recuerdo hace años cierta «moda» que surgió de que a los críos no había que contarles los cuentos tradicionales y que eso de que las niñas fueran princesas que era actitud machista pura y dura.
Ahora que soy padre me alegro de que esa corriente de pensamiento no hiciera mella en mí. Resultado: mi crío piensa que los garajes subterráneos son cuevas donde habitan dragones, su cama es un barco pirata y de mayor quiere ser un «caballero con esmero«. Cree que los árboles hablán con él cuando sopla el viento y tiene una varita mágica que convierte a su papá en ratón o león según le plazca.
Algunos familiares piensan que soy un flipado por enseñarle esas cosas al crío.
Yo solo sé que estoy deseando que crezca lo suficiente para ver con él «El señor de los anillos«. ¿Soy un flipado? Puede, pero seguro que mi crío es el que más imaginación tiene de su clase. Y gracias a los cuentos aprende los valores de lealtad, compañerismo, valentía . Seguro que el día de mañana le será de provecho.
Así que lo grito bien alto:
yo también soy un caballero con esmero!
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